La cafeína en exceso no es recomendable en ningún caso. No obstante, tanto durante el embarazo como en el proceso por el cual una pareja desea tener un bebé moderar el consumo de esta sustancia es crucial. Así parecen afirmarlo diferentes estudios de investigación a lo largo del tiempo que señalan cierta incidencia del hábito de beber café con frecuencia con la fertilidad.
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A finales de los años 80 del siglo pasado un estudio de investigación indicaba que el consumo de una taza de café reducía a la mitad el nivel de fertilidad en las mujeres. Años más tarde, la Universidad de Baltimore matizó estos resultados e informó que la cafeína de tres tazas diarias rebaja las posibilidades de concebir hasta un 26%.
En 2011 otro estudio de investigación en Estados Unidos concluía que el consumo regular de cafeína rebaja la actividad muscular de las trompas de Falopio y, en consecuencia, entorpecería el tránsito de los óvulos. Por lo tanto, esta corriente científica mantenía que beber café tendría un efecto directo en la fertilidad.
A pesar de las diferentes investigaciones, no existen evidencias concluyentes que certifiquen que el consumo de café incida directamente en la fertilidad. De hecho, otros expertos señalan que en los tratamientos de fertilidad asistida no se ha observado una efecto negativo del consumo de café y un resultado exitoso.
Sabemos por tanto que el consumo de excesivo de cafeína en el proceso de la concepción no es aconsejable, si bien los investigadores apuntan que hacen falta mayores evidencias científicas puesto que los estudios mencionados se basan en datos que ofrecen los participantes de forma voluntaria y sin supervisión externa. Del mismo modo, no se ha estudiado la incidencia del café de forma exclusiva, por lo que el consumo de otros aliementos también puede incidir en la fertilidad. Sea como sea, se aconseja que una mujer que desea quedarse embarazada no supere los 100 miligramos de café al día.