El brócoli es una excelente verdura que viene de la familia de las brasicáceas como las coles de Bruselas o la coliflor. Se considera un alimento sano, lleno de propiedades beneficiosas para la salud, rico en vitamina C, vitamina D, calcio, magnesio, hierro o fibra, lo que facilita el tránsito intestinal. Es ideal para incluirlo en dietas bajas en calorías.
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Las recetas de esta verdura se pueden preparar de muchas formas, pero lo más importante a la hora es no pasarnos de cocción, pues de esa forma perderemos gran parte de los nutrientes que nos aporta. También está delicioso el brócoli gratinado con un poco de queso. En esta receta aprenderemos cómo cortarlo, lavarlo y cocerlo para que quede al dente.
Para preparar el brócoli lo primero que debemos hacer es limpiar bien los arbolitos bajo el agua y trocearlo. Es importante que intentemos cortar los arbolitos o ramilletes de similar tamaño para que a la hora de cocerlos se hagan por igual. Ponemos una cazuela al fuego con agua y una cucharadita de sal. Dejamos que se caliente hasta que hierva. Una vez rompa a hervir metemos el brócoli previamente cortado y limpio. Cuando comience a hervir de nuevo contaremos 3-4 minutos.
Todas las recetas apuntan a que cuando pasen los 3-4 minutos retiramos la olla del fuego y sacamos el brócoli del agua. Podemos ponerlo en una bandeja directamente para servirlo al momento o, si por el contrario vamos a tomarlo más tarde, podemos ponerlo en un bol con hielos para cortar la cocción y que se enfríe más rápido. Después podemos guardarlo en un recipiente cerrado herméticamente en la nevera hasta su consumo.
En definitiva, las calves para cocinar el brócoli de forma perfecta son: Lavar y cortar el brócoli, poner a calentar agua con sal en una cazuela alta u olla hasta que hierva, meter el brócoli y dejar que vuelva a hervir, contar 3 ó 4 minutos y sacar el brócoli. Por último, consumir al momento o enfriar y reservar en la nevera