A la hora de comprar gambas, puede que si no consigues o no puedas pagar frescas, optes por comprar las congeladas. Si han sido sometidas al frío como corresponde, no sentirás diferencia en el sabor, pero debes tener algunas precauciones para descongelarlas y cocerlas.
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Cuando ya te encuentres con tus gambas congeladas en tu cocina, lo primero que debes hacer es descongelarlas para que suelten el agua del hielo que las acompaña. Si cuentas con tiempo, este proceso puede hacerse de manera natural entre unas 6 y 8 horas antes de que las cuezas, dejándolas a temperatura ambiente.
Pero si no dispones de mucho tiempo y quieres acelerar el proceso de descongelamiento de las gambas, puedes colocarlas en una bolsa y pasarlas 10 minutos bajo un chorro de agua templada o caliente. De esta forma tendrás que asegurarte que suelten todo el líquido de deshielo y luego ya estarán listas para cocinar.
Para cocer las gambas debes poner a calentar agua en una olla y tener en cuenta esta regla: cada un kilo de este alimento, debes agregar tres litros de agua y sal a gusto. Al romper el hervor, introduce las unidades y al cabo de entre 3 y 6 minutos, estas estarán flotando. Ese será el momento de retirarlas y disponer de ellas para cualquier plato o receta.
Pero si tus gambas congeladas vienen con su cáscara, debes hacer lo siguiente: en otro recipiente con agua y hielo en partes iguales a las que utilizaste para cocer las unidades, vas a colocar además 50 gramos de sal por cada litro del líquido. Cuando las gambas floten en el agua hirviendo, deberás trasladarlas a este recipiente helado para cortar la cocción unos dos o tres minutos. De esta manera se produce un shock térmico para poder retirar la cubierta con facilidad.