A la hora de lavar el pelo, no solo es importante tener en cuenta los productos que utilizaremos para tal fin. También es fundamental hacer un correcto secado para no romper la estructura natural del cabello y terminar generando las condiciones para que aparezca el tan combatido frizz.
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Uno de los errores graves que puedes cometer con tu pelo mojado o húmedo es atarlo. Ya sea aún dentro de la ducha cuando lo estés lavando o luego cuando quieras secarlo, evita disponerlo de esa forma ya que se pueden romper con facilidad las fibras capilares. Esto solo hará que se origine el frizz en tu cabello.
Otro error que puede ser común y que deberías evitar es secar o frotar el pelo con una toalla. Lo que sucede en este caso es que los movimientos rompen la fibra capilar y se desprende en escamas. Esta maniobra termina generando frizz. Lo mejor en este momento luego del lavado es apretar suavemente el cabello con un paño de microfibra.
Dormir con el pelo húmedo es otro error que puedes cometer en los días de más cansancio y, sobre todo, calor. Además de generar un ambiente prolífero para bacterias o microorganismos en tu almohada, acostarte con el cabello mojado hace que se produzca más fricción con la tela y, por lo tanto, más daño en la fibra capilar. Lo ideal es que laves y seques tu melena, fuera del horario cercano a descansar en la cama.
Finalmente, cepillarte el cabello cuando está todavía húmedo es uno de los errores más frecuentes, mucho más si está mojado. Puedes desenredarte con un peine de dientes anchos que no maltratarán tu pelo, pero jamás lo hagas con un cepillo y jalando bruscamente, porque solo conseguirás provocar un daño enorme a tu cabellera.