Las vitaminas son nutrientes fundamentales para que nuestro cuerpo este saludable todo el tiempo. Es por eso que muchas dietas incluyen diferentes vitaminas por día cosa que no nos quedemos sin consumir ninguna. Según un estudio, uno de los nutrientes más olvidados, de hecho, es la vitamina K.
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Según explican los científicos, se trata de una molécula liposoluble descubierta en 1935 por el danés Henrik Dam. Su principal función en nuestro organismo es que nuestra sangre sea capaz de coagular. Dicho de otro modo, es esencial para que determinados factores de coagulación como los hepáticos, la protrombina o el factor X cumplan con su cometido.
Ahora, un estudio elaborado por investigadores de la estadounidense Universidad de Tufts, en la ciudad de Boston, ha descubierto que los adultos de edad más avanzada con niveles bajos de vitamina K tienen más probabilidad de morir en los 13 próximos años en comparación con aquellos cuyos niveles de este micronutriente se encuentran en los niveles normales.
El trabajo científico sobre esta vitamina K ha utilizado un grupo de estudio de un tamaño más que considerable (4.000 estadounidenses de entre 54 y 76 años de edad, de los cuales un tercio no eran blancos). Los resultados, de un incalculable valor científico, han sido publicados en la reputada revista 'American Journal of Clinical Nutrition'.
Es por esto que Alimente, basándose en datos de los National Institutes of Health de Estados Unidos y de la Base Española de Datos de Composición de Alimentos, ha recopilado los mejores alimentos para conseguir la cantidad diaria de vitamina K que necesitamos: Espinacas. Una taza contiene el 114% de la CDR. Brécol. 100 gramos reúnen el 92% de lo que necesitamos cada día. Zumo de zanahorias. Aunque no excesivamente popular, tomarlo jugará a nuestro favor pues una taza representa una cuarta parte de la CDR. Aceite de oliva virgen extra. Nuestro oro español también sirve para esto. Una cucharada aporta el 7% de lo que precisamos.