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Trucos caseros para elaborar las conservas sin riesgos

Definitivamente no hay nada mejor que hacerlo uno mismo. De todas maneras, cuando se trata de alimentos hay que tener ciertos cuidados para no terminar haciendo algo que afecte las salud.

Conservas de alimentos seguros.Fuente: Pexels.
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Las conservas son una tradición muy arraigada en las culturas de varios países. Cuando llega cierta épica del año, nos gusta general nuestros propios alimentos ya que seguramente será mucho más sabroso y por supuesto, mantendremos viva la memoria de nuestros antecesores. Por cuando de comida se trata, hay que tener muchísimo cuidado en la preparación si no queremos terminar intoxicados.  

Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), organismo dependiente del Ministerio de Consumo, nos enseñan trucos para elaborar conservas caseras aprovechando los alimentos de forma segura en los hogares.

Conservas. Fuente: Pexels.

Para poder realizarlas de forma segura  las conservas, es importante mantener unas normas de higiene adecuadas. El principal riesgo asociado con el consumo de conservas caseras es el botulismo. Esta enfermedad es poco frecuente, pero en ocasiones es mortal, y se produce por la ingestión de alimentos que contienen las toxinas producidas por la bacteria Clostridium botulinum.

El primer truco a tener en cuenta, según la AESAN, es mantener la higiene en el lugar de elaboración. Todos los utensilios, superficies y equipos que se empleen deben estar limpios y secos. Es necesario lavarse las manos tanto antes como durante la manipulación de los alimentos. Además, elegir tarros y tapas de materiales resistentes a los tratamientos térmicos, como, por ejemplo, cristal o acero inoxidable. 

Conserva. Fuente: Archivo.

Otro gran truco de las conservas, es la selección de los alimentos que se van a utilizar deben ser frescos y estar limpios. En el caso de frutas y verduras, deben estar en condiciones óptimas de madurez, sin magulladuras ni daños externos. Antes de utilizarlas, debemos: Cortar las partes dañadas (si las hubiera); lavar las piezas con agua potable.; es recomendable, si se emplean frutas u hortalizas como materias primas, desinfectarlas con lejía etiquetada como “apta para la desinfección del agua de bebida”.