El objetivo de reducir el aporte calórico de los alimentos azucarados ha propiciado el desarrollo y proliferación de endulzantes artificiales a lo largo de la historia. Este tipo de productos eliminan prácticamente las calorías y para tienen un poder endulzante exponencial en relación con al azúcar natural. Sin embargo, un reciente estudio relaciona su consumo con la aparición de enfermedades como el cáncer.
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Actualmente en Europa están autorizados los siguientes endulzantes artificiales: sacarina, sucralosa, aspartamo, acesulfamo de potasio. Los estudios sobre la seguridad de este tipo de productos se han sucedido durante décadas. En 1970 una investigación aseguró que el consumo de sacarina provocaba cáncer de vejiga en ratones de laboratorio, ello provocó que en las etiquetas se advirtiera sobre este posible riesgo e incluso algunos países como Canadá prohibieron su venta.
No obstante, investigaciones posteriores confirmaron que esta relación entre endulzantes artificiales y cáncer en ratones no se podría dar en el caso de los humanos y se levantaron todas las restricciones y advertencias. Más tarde, otros estudios también apuntaron a diferentes riesgos de cáncer relacionado con el consumo de estos productos pero las investigaciones no fueron concluyentes.
Pues bien, recientemente un grupo de investigadores decidió analizar los datos del estudio de cohorte NutriNet-Santé y establecer si existe o no una relación directa entre el consumo de endulzantes artificiales y la aparición del cáncer. Para ello, los expertos investigaron los datos proporcionados a través de encuestas de más de 100.000 voluntarios, que informaban sobre su alimentación, estilos de vida, estado de salud y tratamientos con medicamentos.Así, los investigadores confirmaron el consumo de endulzantes artificiales por parte de casi el 37% de los participantes.
De los compuestos solo dos se asociaron con un mayor riesgo de contraer cáncer: aspartamo y acesulfamo de potasio. El peligro de contraer este tipo de enfermedades fue un 13% superior en personas que consumían endulzantes artificiales. Esta investigación amplía además la relación de la ingesta de este tipo de productos a contraer además de cáncer de vejiga, cáncer de mama y otros vinculados a la obesidad. Con todo, los propios investigadores alertaron de que hacen falta más evidencias para considerar no seguros estos productos, ya que este es un estudio observacional, con información recolectada por el participantes y la población es mayoritariamente femenina, así como no se investigan otros factores que puedan influir en la aparición del cáncer.