DELICIA

3 trucos infalibles para que el beicon te quede crujiente

Si quieres unas patatas fritas con huevo y unas espectacular beicon, no te puedes perder esta nota.

Beicon crujiente.Fuente: Pexels.
Escrito en RECETAS el

No hay dudas que un buen beicon con las patatas y un huevo frito arriba, estamos hablando de un plato ideal para pasar un sábado con amigos y una buena serie. El beicon ya preparado se puede conservar en un hermético en la nevera durante varios días, listo para consumir en frío en ensaladas o decorando platos, o para recalentar ligeramente en platos donde es preferible que esté caliente.

De igual manera, es importante que este beicon te quede perfecto para un muy buen plato. Los que saben, dicen que debe ser crujiente para que este ideal para el consumo y es por eso, que te vamos a mostrar unos trucos para que te queden así. Presta atención y toma nota a cada detalle.

Beicon. Fuente: Pexels.

El primer truco para que te queden crujientes es que lo hagas en el microondas. Es el método que recomendamos por su rapidez y sencillez, y además el papel de cocina que utilizamos absorbe parte de la grasa. Colocamos el beicon entre hojas de papel de cocina usando por lo menos 2 hojas por abajo y 2 por arriba. Prensamos con las manos y programamos 2 minutos a 800 W. Si no te convence el resultado cambia el papel y cocina 1 minuto más.

Otro truco para que te quede crujiente en la preparación, es que lo hagas en el horno. Hay que poner el beicon a ser posible sobre una rejilla, y en su defecto directamente sobre papel de horno. y tapar con papel de aluminio. Ponemos el horno con calor arriba y abajo a 200º C. En 15-20 estará dorado y crujiente.

Beicon. Fuente: Pexels.

Por último, una buena forma de prepararlo es en la sartén. Te recomendamos que no añadas más grasa que la del propio beicon. Usa una sartén antiadherente y pon el beicon cuando la sartén esté fría. Ponemos a fuego medio. Tapamos la sartén para evitar que la grasa salte. Cuando la grasa comience a ponerse transparente le damos la vuelta y esperamos hasta que el reduzca su tamaño y se ponga crujiente y dorado. Lo dejamos escurrir un momento sobre papel de cocina para que absorba la grasa sobrante.