A pesar de que el verano comienza a dejarnos de a poco aún continuamos con algunos días de mucho calor, por lo que queremos dejarte para que pruebes un par de recetas, sin cocción, de postres realmente refrescantes. No tendrás que utilizar el tan temido horno y además son tan frescos que ayudan a aliviar el calor sin mayor esfuerzo.
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Como sabemos también que elegir un postre perfecto que combine con el plato principal, es una tarea bastante difícil, ya sea porque algunos ingredientes no gustan a todos los invitados o porque, no queremos que el plato dulce sea demasiado pesado, te traemos tres opciones sin horno, deliciosas, frescas y que nunca fallan.
1. Sabayón con frutos rojos
Es una receta de origen italiano, una crema dulce muy fácil y vistosa que sorprende a los comensales en cualquier momento del año; para comenzar colocamos una cazuela a baño maría, añadir las yemas y el azúcar, batirlas enérgicamente hasta que blanqueen y sin parar para evitar que cuajen con el calor, una vez que estén espumosas se añadir el vino poco a poco sin dejar de batir, incorporar todo el vino pero apartar del fuego, batir sin parar hasta que la crema espese y esté fría. Lo servimos bien fría en un bol individual colocando por encima frambuesas, fresas y arándanos.
2. Vasitos de mango y nata
Esta receta de vasitos de nata y mango es de lo más natural, debes hacer un puré con los mangos y agregarle un sobre de agar-agar que vamos a diluir en agua caliente y mezclar con la pasta de mangos, dejar enfriar a temperatura ambiente, por otro lado montar un pote de nata y agregar un chorrito de vainillín, comenzar el armado de tus vasitos intercalando el puré y la crema hasta llenar el vaso decorar con pistacho o almendras tostadas. Llevar a la heladera por al menos una hora antes de consumirlo.
3. Tiramisú
Hay muchas formas de hacerlo, pero esta es nuestra favorita porque su preparación es sin horno. En primer lugar hay que mezclar la crema siguiendo la receta de tiramisú casero, a la que añadimos queso mascarpone y yemas. Una base de bizcochos mojados en café frío y una capa fina de cacao en polvo por encima harán que este postre sea inolvidable.